CLASIFICACION DE LOS SISTEMAS

En la literatura existente sobre la materia ya existen varias categorías en las cuales se ubican los sistemas más comunes y estudiados.

Entre ellos tenemos:



Dinámicos – Estáticos

Esta es una de las primeras categorías que se pueden encontrar dentro de los sistemas se deriva de la frecuencia de cambio o actualización de los distintos componentes que hacen parte del sistema. Cuando los subsistemas y entidades que conforman un sistema se mantienen sin cambio radicales se llaman estáticos, y cuando se producen cambios frecuentes en estos componentes o en sus procesos se llaman dinámicos.



Adaptables – No adaptables

Esta categoría va estrechamente ligada a la anterior. Los sistemas adaptables o no adaptables dependen directamente del entorno que lo rodea, es decir de las variables y reglas exteriores que los afectan de una u otra manera.



Simples – Complejos

Esta categoría se deriva también directamente de los componentes del sistema; esta vez, no de su frecuencia de cambio, si no de la cantidad que lo conforman. Mientras más subsistemas hagan parte del sistema, más relaciones y más procesos existirán lo que lo convierten en un sistema complejo y, por consiguiente, de decir estudio.

Un ejemplo de sistema complejo es un automóvil: para cualquier persona es claro que este se puede dividir en varios subsistemas (refrigeración, eléctricos, frenos etc.). La cantidad de procesos que existen dentro de un automóvil es bastante grande lo que lo convierte en un sistema complejo.

Un ejemplo de sistema simple podría ser un lápiz, visto desde el punto de vista de su función: elemento para escribir y no desde su punto de vista químico en donde tendríamos que considerar la composición de cada uno de sus elementos y nos encontraríamos ante un sistema bastante complejo.